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domingo, septiembre 16, 2012

14 de septiembre


Con la sed
de mis parpados
caídos,
entro a la tierra
de la voz del viento,
con su canto tallado
como el nogal,
a su guitarra,
vistiendo la noche
descalza.

Fue como la voz de un niño
Que trajo a ti la lucha.
Vestido de negro,
como el carbón ferroviario,
pregonero del viento
calmo entre las tormentas.

Con el seño abarrotado de años,
apuntando al cielo,
diste así la lucha
con el pecho lleno
del aire que soplo
en tu canto.

Las fauces del león
te rompieron los dedos,
y no los sueños,
mato tu vida
pero no borro el sendero,
que dejaron una guitarra
viuda llena de acordes finales.

Tus lágrimas cayeron
como vainas
en Lo Hermida y en la Bandera,
sonaron acordes,
En la victoria y en la Legua,
de la guitarra de tu canto,
que sus cuerdas fueron tus venas.

Y sonó por última vez
Camuflando con ráfagas
Tus arpegios.
Con 43 balas en el cuerpo
Un 14 de serpientes del 73
Y el mundo lo sabe
Y tú lo sabes
¿Quién le escondió la guitarra a un Chileno
de apellido Jara?

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